10 consejos para comer bien y saludable fuera de casa

¿Toda la semana cuidándote y siguiendo unos buenos hábitos alimenticios y a la que sales lo echas todo a perder? ¡No desesperes! Comer bien y cuidarse fuera de casa es posible si sabes cómo. Sigue leyendo si no quieres renunciar a unas pautas saludables fuera de tu hogar.

1. Haz una búsqueda previa de los restaurantes de la zona

¿Qué te apetece? Compara, lee opiniones y elige conscientemente sin dejarte llevar por ese pequeño monstruo hambriento que a veces llevamos dentro. Si sales sabiendo qué opciones tienes alrededor será más fácil decantarte por un establecimiento en el que puedas comer bien.

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2. Consulta, si puedes, el menú y la propuesta gastronómica de los sitios que te gustan

Conocer de antemano qué podemos comer en el establecimiento que queremos visitar nos permitirá valorar la propuesta gastronómica y hacernos una idea del menú que comeremos. A veces elegir en el mismo sitio nos puede precipitar. ¿Tienen oferta saludable? ¿Hay disponible algún menú especial? ¿Tienen opciones veganas o sin alérgenos?

3. Come una pieza de fruta o un snack saludable antes de salir

No hay peor enemigo que tener hambre cuando queremos cuidarnos. Si, además, salimos a comer fuera y nos cocinan…nuestro estómago también se acomoda y podríamos comer sin fin. De la misma manera que ir con hambre al supermercado puede ser un gran error, ir a comer fuera con el estómago totalmente vacío no nos beneficiará si lo que queremos es cuidarnos. Para evitar que el apetito voraz nos juegue una mala pasada, un buen truco es comerse una pieza de fruta: manzana, pera, mandarina…cualquier opción es buena y sana. ¿Por qué nos llena la fruta? El azúcar natural que contiene ayudará a que la curva de glucosa permanezca en niveles normales y podremos decidir con más calma. Además, su ingesta nos permitirá mantener el metabolismo activo, favoreciendo la sensación de saciedad.

Si te apetece más un snack, no olvides que hay opciones de snacks saludables como estos 5 que te contamos en un post anterior.

4. Elige platos sencillos que combinen bien en un menú

¿A qué nos referimos con un “plato sencillo”? Con esto nos referimos a cualquier opción que no contenga demasiados ingredientes (las verduras en este caso no cuentan).  Si además ves que contienen muchas grasas como fritos o rebozados…mejor dejarlo para otro día en el que tu prioridad no sea cuidarte. Los nutricionistas recomiendan elegir siempre un primero que contenga verdura (ensalada, crema, verduras asadas…) y de segundo una proteína (carne, pescado, huevo, marisco, legumbres o cereales, mejor si son integrales como la quinoa o el trigo sarraceno).

5. Opta por acompañamientos saludables

Cuando el producto principal va con acompañamiento, decídete por uno que sea más saludable. Sí, nos referimos a la típica pregunta: ¿para acompañarlo, patatas o verduras? Ya sabes la respuesta…¡piensa con calma antes de responder!

6. Comparte tus entrantes con el resto de comensales

Compartir es vivir, también con la comida. Cuidarse y de rebote cuidar a los que nos rodean, es posible compartiendo los entrantes. De esta manera, comeremos en menos cantidad y a la vez podremos probar otras cosas. ¿No lo ves una muy buena opción?

7. Elige bien la bebida

Para seguir con una opción saludable, no elijas ni refrescos azucarados ni te pases con el alcohol. Ya sabes, beber agua siempre es la mejor opción, pero, ya que salimos a comer fuera, de vez en cuando nos podemos dar un pequeño capricho con una copa de vino o un smoothie de frutas.

8. Come despacio y conversa más

Como dice el mindful eating o alimentación consciente, se trata de conseguir una relación sana y tranquila con la comida, sin ansiad ni distracciones. Comiendo masticando despacio y a la vez interactuando con nuestro entorno nos permitirá disfrutar tranquilamente de la comida y sentirnos saciados con menos cantidades. Keep calm and eat!

9. Comparte tu postre

¿Quién no ha pedido un postre para él sólo cuando en realidad no nos quedaba casi ni un agujero? A veces nos dejamos llevar por el toque dulce final y el goloso que tenemos dentro…pero intenta compartir el postre y así no acabarás atiborrado.

10. ¡No renuncies a comer fuera y disfruta!

Sí, queremos hacer apología del disfrutar. Está muy bien cuidarse y llevar una dieta sana y casera, pero, de vez en cuando, hay que salir a comer fuera. Que nos cocinen, nos sirvan, no tengamos que lavar platos y, además, podamos probar nuevas y deliciosas propuestas que no tienen porque ser poco saludables. Así que…sal ahí, y ¡disfruta un poco!

¿Te gusta salir a comer fuera o prefieres quedarte en casa? ¡Queremos conocer tus preferencias!