El frío no nos vale como excusa para decir que se está mejor en casa. Se acerca el invierno y la pereza y la manta se apodera de nosotros, pero la verdad es que si tiramos de voluntad y un buen abrigo hay una cantidad enorme de excursiones y experiencias que hacer durante este mes de noviembre. A continuación, te comentamos algunas de ellas que pueden encajar perfectamente contigo:

  • Excursiones por pueblos con encanto

España se caracteriza mucho por la diversidad de pueblos que tiene repartidos por todo el territorio peninsular y sus archipiélagos, pero muchas veces nos olvidamos de ellos como plan para el fin de semana. Estos pueblos tienen muchos años a sus espaldas y sus calles, paredes, edificios y habitantes tienen mucho que contar de su historia.

No pierdas la oportunidad de descubrir nuevos pueblos de tu comunidad, quién sabe, puede que acabes viviendo en alguno de ellos. Aquí os dejamos 3 pueblos que te arrepentirás si no los visitas:

  • Santillana del Mar, es un pueblo de Cantabria que apenas llega a los 4.200 habitantes y pasear por sus calles es ver la historia de la tierra cántabra. Un pueblo idóneo para probar la gastronomía de la comunidad y visitar la Colegiata.
  • Vejer de la Frontera, un puerto de montaña y pueblo blanco de la provincia de Cádiz localizado sobre un monte 200 metros de altura, a orillas del río Barbate.
  • Cadaqués, tiene el título de ser el pueblo más al este de la península. Entre las montañas del Puig de Paní y Puig de Bufadors, es un pueblo pesquero perteneciente a la comarca de Ampurdán.
  • Visitar las grutas de las águilas, Ávila

Si visitamos un fin de semana Ávila, es indispensable que vayamos a ver las Cuevas del Águila y descubrir su paisaje kárstico que tiene su origen hace 500 mil años. Son unas cuevas increíbles que tienen una profundidad de 50 metros y un recorrido de más de 1000 metros, decorado con estalactitas y estalagmitas.

Durante este trayecto con una duración aproximada de 40 minutos, nos acompañará un guía que nos acompañará ante miles de años de historia por las que ha pasado la Grutas de las Águilas.

  • Una selva en Navarra

¿Te hace una escapada en plena selva? En Navarra podemos recorrer el segundo hayedo y abetal más extenso de Europa, el bosque de Irati. Este gran bosque es un espacio protegido debido a su alto valor ecológico y podremos elegir entre diferentes rutas dependiendo de su dificultad y podremos hacerlo a pie, en bicicleta o incluso en 4×4.

Durante este día no podemos perdernos como se integra el embalse de Irabia en la naturaleza, los arroyos Urbeltza y Urtxuria que confluyen al pie de la ermita de la Virgen de las Nieves o la diferente fauna que podemos encontrarnos en su hábitat natural.

Para acceder a la Selva de Irati podemos hacerlo de dos formas: Por el costado occidental desde Orbaizeta o por el costado oriental desde Ochagavía.

  • Un bosque finlandés en Madrid

En la sierra madrileña, en Rascafría podemos disfrutar de un precioso e increíble bosque finlandés.

Lo primero que tenemos que conocer es su localización, ya que no tenemos ningún cartel ni señalización que nos indique donde podemos encontrarlo, pero no te preocupes que es muy sencillo dar con él. Si vamos en coche, conducimos hasta el Monasterio del Paular y aparcarlo en su parking gratuito, cruzamos la carretera y vamos hacia el Puente del Perdón por el que cruzaremos el río Lozoya.

Encontraremos un Centro de Información transformado en una oficina turística en el que nos facilitarán un plano y nos informarán de excursiones y rutas. Al cruzar el puente que se encuentra en esta oficina, llegaremos a Los Batanes, un camino con árboles a ambos lados y a unos 100 metros, un camino que sale a la izquierda y… ¡Bienvenidos a este fantástico bosque!

¿Por qué es denominado “bosque finlandes”? es debido a que no es un bosque autóctono de la Comunidad de Madrid, ya que las especies que forman parte de este bosque (ejemplares de abedules, abetos nórdicos o álamos) se comenzó a plantar en los años 80 y han crecido durante estos largos 40 años.

  • Ciudadela de Jaca, Huesca

La ciudadela de Jaca es una fortaleza que se encuentra dentro de esta población pirenaica. Su origen militar ha quedado para la historia y ahora es un espacio en que aprender a través de sus paredes de historia y arte.

Jaca es un pequeño pueblo a los pies de los Pirineos, idóneo para alojarse durante unos días y aprender las diferentes actividades de nieve que nos facilita su situación geográfica.

La ciudadela de Jaca fue una fortaleza con forma de estrella rodeado de césped y donde podremos encontrarnos con ciervos en plena naturaleza en sus fosos. Para visitarla por dentro es necesario sacar entrada y podemos hacer una visita guiada o libre por los interiores de la ciudadela.

Una visita alrededor de 2 horas que se nos pasará en cuestión de minutos.

Hazte Smart Travelers

¿Conocías estos lugares ya? Si conoces algún otro sitio que no debemos perdernos durante este invierno, no te olvides de comentárnoslo. ¡Esperamos que los disfrutéis igual que lo hemos hecho nosotros!

Posts Relacionados