Hay algo que compartimos todos los que leemos este post de recetas Smart: el gusto por la buena comida y la alta probabilidad de haber disfrutado como nadie estas Navidades en las reuniones familiares.

Comprendemos los excesos (aquí somos los primeros a favor de más comidas navideñas al año), pero después de estas fechas, vienen los remordimientos y la necesidad de revertir lo comido… Desde aquí os echamos una mano, con una receta saludable, completa para nuestro organismo y súper sencilla de hacer.

Vamos a empezar el año y la dieta con una combinación que nunca falla… ¿Qué te parece comer pescado al horno? Es un alimento infravalorado por la idea incorrecta de su dificultad de cocina, pero realmente se necesita una técnica sencilla, control de los tiempos y una guarnición apetitosa.

Por supuesto que la variedad de pescados y las técnicas que podemos utilizar son infinitas, pero aquí estamos para poner las cosas muy sencillas y más para empezar el año, por eso hemos escogido una lubina al horno con guarnición de patatas, verduras y setas, la forma más sencilla y sana para comer en casa o en la oficina.

LUBINA AL HORNO (4 personas / 60 minutos)

Para esta receta nuestra protagonista va a ser la lubina, uno de mis pescados favoritos que, a pesar de ser un pescado de temporada en estas fechas, tiene una carne tierna, un sabor muy suave y además apto para todos los públicos debido a su facilidad en el momento de quitar las espinas.

INGREDIENTES

Entre 2 y 4 lubinas (recomendamos que sean del mismo tamaño, para que se horneen en el mismo tiempo)

2 cebollas

3-4 patatas de tamaño medio

100 ml de vino blanco

Perejil fresco

Champiñones

Espárragos verdes

Limones (o zumo de limón)

AOVE

Pimienta negra

Sal

PASO A PASO:

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  • El primer paso lo tenemos que dar en la pescadería y pedirle a nuestro pescadero de confianza que las abran, destripen, descamen y corten las aletas.
  • En casa, lavábamos las lubinas muy bien bajo el chorro de agua fría y las dejamos escurriendo.
  • A las cebollas le quitamos las raíces y el extremo que tiene un característico color verde, las lavábamos con agua fría y las cortamos en tiras finas.
  • Las patatas las vamos a hornear con piel, por tanto, es muy importante que lo lavemos muy bien bajo el grifo con agua fría y quitar todo el resto de arena y barro que pueda tener adheridas.
  • Precalentamos el horno a 200ºC.
  • Cortamos las patatas muy finas, nos podemos ayudar de una mandolina para que queden uniformes, pero también nos vale un cuchillo bien afilado.
  • En la bandeja de horno, repartimos un chorrito de AOVE y sal a lo largo del recipiente. A continuación, repartimos de la forma más uniforme posible las patatas y la cebolla que hemos cortado, y volvemos a agregar AOVE, sal y pimienta negra.
  • Removemos bien, ya sea con las manos o con la ayuda de una espátula, hasta que quede bien impregnado con el aceite.
  • Incluimos el vino blanco, por los bordes de la bandeja y un poco por el centro. Así conseguiremos que el líquido no arrastre nuestra mezcla de la guarnición.
  • Introducimos la bandeja en el horno, a altura media y dejamos que se cocine durante 20 minutos. A partir de este tiempo, vamos a echar un vistazo hasta que la cebolla comience a dorarse y las patatas comiencen a tener forma de snack.
  • Teniendo parte de nuestra guarnición lista, sacamos la bandeja y colocamos encima nuestras lubinas. Las salpimentamos, picamos perejil y las echamos un chorrito de AOVE a cada una de ellas.
  • Volvemos a introducir la bandeja en el horno durante 20 minutos a 200ºC. Es recomendable, que, pasado este tiempo, abramos el horno y probemos la carne de la lubina, para saber si está bien hecha, ya que dependiendo del tamaño de la lubina necesite algo más de tiempo en el horno.
  • Mientras que nuestras lubinas están cocinándose, ponemos manos en el asunto con el resto de nuestra guarnición. En una sartén a fuego medio y un poco de aceite, cocinamos nuestros espárragos verdes al gusto de sal deseado y retiramos de la sartén.
  • Limpiamos bien nuestros champiñones, los troceamos y en la misma sartén que hemos cocinado los espárragos, saltemos con un poco de aceite y sal durante 3-4 minutos.
  • Una vez que las lubinas estén listas, emplatamos a nuestras protagonistas con su guarnición ¡y a comer!

Este tipo de recetas es las que nos demuestra al final de que comer sano no tiene que estar competido con disfrutar de la comida. Y de poste te atreves con nuestro  smoothie natural de plátano y fresa? ¡Qué aproveche!

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