Sigue creciendo sin parar el número de turistas en el mundo, por lo que cada vez es más necesario tomar consciencia de los efectos de nuestras vacaciones en el entorno natural y humano y convertirnos en turistas sostenibles.

En 2018 el turismo mundial creció un 6%, según un informe de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Esta institución, que depende de las Naciones Unidas y se encarga de promover un turismo responsable, calcula que 1.400 millones de personas en todo el mundo aprovechan sus vacaciones para visitar otros países y lugares.

Esta cifra se debe gracias al crecimiento económico, el abaratamiento del transporte aéreo y los nuevos modelos de negocio más accesibles para el gran público, entre otros motivos.

Ante este panorama, es cada vez más necesario que el turista viaje siendo consciente de que su actividad tiene unos efectos muy evidentes en el entorno natural y humano. Depende de cómo viajemos que estos efectos sean positivos o negativos.

Recomendaciones para ser un turista sostenible:

Hay algunas recomendaciones básicas que nos pueden ayudar a comprender cómo podemos ser turistas sostenibles:

  • El primer paso para ser un turista sostenible es, sin duda, ser un ciudadano sostenible durante los 365 días del año. Cuanto más conscientes seamos en nuestra vida diaria de la necesidad de proteger el medio ambiente, más capaces seremos de comportarnos como turistas sostenibles aplicando el sentido común.
  • La información nunca está de más. Podemos optar por viajar sin tener en cuenta qué vamos a encontrarnos en nuestro destino, o podemos informarnos antes de los valores y la cultura del lugar que vamos a visitar. Eso nos ayudará a entender un poco más nuestro destino y respetar su ritmo y costumbres.
  • Respeto medioambiental. Transporte, recursos naturales y residuos. No debemos abusar de ninguno de los tres, optando por sistemas de transporte lo más sostenibles posible, evitando derrochar agua y otros recursos naturales, o generando la menor cantidad de plásticos y otros residuos. Se calcula que la aviación supone el 3% del CO2 que se emite en la UE, y a este paso será el 15% en pocos años.
  • Respeto cultural y empatía. Consumir productos locales y de proximidad, siempre que sea posible, es un buen inicio para entender un poco más otras culturas. Hay que intentar ponerse en el lugar de las personas que están expuestas a la acción del turismo como primer paso para respetar sus culturas, ritmos y forma de vida.
  • Destinos no masificados. El turismo de masas representa hoy en día la antítesis de la sostenibilidad. Las altas concentraciones turísticas agotan los recursos naturales, y los beneficios de la actividad se concentran en muy pocas manos, además de que la masificación afecta al trato humano.

Comportarse de forma sostenible es relativamente sencillo, pero es recomendable que el compromiso comience en nuestra vida diaria y no solo cuando estamos de vacaciones. Utilizar pilas recargables, botellas reutilizables, transportes compartidos y alimentos ecológicos está cada vez más al alcance de nuestra mano allá donde vayamos.

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Si te encanta viajar, pero te preocupa el medio ambiente y la sostenibilidad, este post te interesa. Te damos consejos para ser un turista sostenible.
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