Para millones de personas en todo el mundo la palabra ‘España’ está asociada inevitablemente con estampas siempre iluminadas por los rayos del sol. Pero nuestro país es en realidad un país multifacético repleto de paisajes muy diversos. También fríos. También nevados. También invernales. De hecho, existen algunos rincones repartidos a lo largo y ancho de España que ganan muchísimo encanto durante esta época del año, especialmente en enero, cuando los últimos indicios del otoño ya han desaparecido. No quedan hojas pendientes en los árboles caducifolios. Las que permanecían en el suelo también han desaparecido. Es un momento mágico. A veces gris. A veces blanco. Y estos son algunos de los destinos invernales donde puedes vivirlo con mayor autenticidad.
Cuenca: una provincia encantada
¿Has contemplado alguna vez el Nacimiento del Río Cuervo? ¿Aunque sea en fotografías? Es extraordinariamente hermoso. Pero hay algo muy importante que debes saber: en enero, cuando las temperaturas descienden bruscamente a causa de las heladas y la nieve empieza a caer sin miramiento, se produce el congelamiento de sus aguas. Es una imagen inolvidable. Pero Cuenca es mucho más, sobre todo en la temporada invernal, puesto que rincones como la Ciudad Encantada o la Mogorrita adquieren asimismo una belleza especial. Y no te puedes olvidar de la propia ciudad de Cuenca, cuyas casas colgadas resultan asombrosas en cualquier momento, pero a las que la niebla y el gris confieren una apariencia entre lo siniestro y lo encantado.
Espot: Invierno en cada metro cuadrado
Espot es otro de esos pueblos localizados en valles que difícilmente conocerías si no fuera por artículos como este. Otro destino invernal semioculto que muchísimas personas nunca ven en sus vidas. Y es una pena. Porque este rinconcito, ubicado en la provincia catalana de Lleida, tiene mucho que ofrecer. Para empezar, es una especie de portal hacia un lugar fascinante: el Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio. Pero es que además el pueblo en sí se convierte en una postal invernal durante el mes de enero, cuando las luces de las casas y los establecimientos ponen color a un paisaje completamente blanco a causa de las nevadas. Además, el turismo es muy escaso, con lo cual vivirás la experiencia real del lugar. Y eso se agradece mucho.
Huesca: un entorno para fantasear
Algunas provincias de España no cuentan con la reputación que merecen. Compiten con otras mucho más pobladas y turísticas que las dejan en un segundo plano mediático. Y sin embargo son preciosas. Huesca es un ejemplo. En ella encontrarás, junto al Camino Francés, uno de los pueblos más carismáticos del país: Canfranc, con su espectacular Estación ferroviaria internacional, su centro histórico medieval y sus árboles verdes, todo ello rodeado de montañas. Durante el mes de enero existen muchas probabilidades de contemplarlo todo nevado, lo que evidentemente eleva la experiencia a otro nivel. También te recomendamos visitar el Barranco de los Meses y, si te van los deportes de invierno, la Estación de Candanchú, inaugurada en el año 1928.
Canarias: alternativa para haters del invierno
El invierno no es para todo el mundo. Hay quienes lo adoran y aprovechan el mes de enero para hacer escapadas gélidas. Hay quienes lo toleran a duras penas. Y hay quienes no lo llevan nada bien. Pero, como decíamos al comienzo de este artículo, España es un país con una diversidad de entornos privilegiados y también tiene rincones para quienes solo desean buen tiempo. Como el archipiélago canario. Tienes La Gomera para empaparte de la esencia más natural de las islas. Gran Canaria para una experiencia más urbana. Y La Palma para saborear algo intermedio. En cualquier caso, la temperatura media en invierno suele rondar los 20 grados en todo el archipiélago. Ah, y en enero se celebra allí el Festival de Música de las Islas Canarias. Disfrútalo.
Y si estos destinos invernales no te han terminado de convencer, toma nota del siguiente link, en el que hablamos de lugares donde celebrar los Carnavales de 2023
